Con la próxima entrada de la primavera, los restaurantes pueden convertirse en los mejores embajadores de una dieta sana y equilibrada ya que muchas frutas y verduras estarán de temporada y será el mejor momento del año para gozar de ellas en todo su esplendor. Cada fruta y verdura contiene unos nutrientes diferentes. Al combinarlas entre ellas y con otros alimentos, es sencillo crear deliciosas recetas saludables que satisfagan a los sentidos. ¿Quieres saber cuáles serán las verduras y frutas de primavera? Pasa hasta la cocina 😉
Verduras y frutas de primavera: un toque de color
- Fresas y fresones: Su alto contenido en vitamina C los hace ideales para una alimentación sana. Podemos degustar este ingrediente de febrero a junio, aunque a finales de abril y durante mayo estarán en su mejor momento, cuanto más frescor y dulzor tienen. Entre sus propiedades, está el bajo nivel calórico, mucha agua, vitamina C y A, potasio, calcio y fibra. Para añadirlos a nuestra carta, podemos reservarlos para el postre en forma de batidos, helados o mermeladas. También pueden resultar muy agradables y vistosas en ensaladas o en guarniciones de carnes de caza.
- Ciruelas: Existe una gran variedad de ciruelas en cuanto a tamaño y formas: rojas amarillas, pequeñas y de un tamaño mediano, redondas o ovaladas. Constituyen una fuente de fibra muy sencilla de añadir en repostería en forma de tartas, confituras y mermeladas.
- Albaricoques: Esta fruta, que gozará de su mejor momento desde el inicio de la primavera hasta finales de verano concentra en su interior un gran número de vitaminas y minerales. Los albaricoques desecados, u orejones, son un ingrediente que puede ser añadido a todo tipo de recetas dulces y saladas. Desde carnes rellenas a tartas y helados pueden beneficiarse de la presencia del albaricoque seco.
Verduras y frutas de primavera: verde que te quiero verde
A finales de marzo, ya en el mes de abril, podemos ir encontrando en el mercado las llamadas «nuevas verduras”, con una textura tierna y sabrosa que se pueden añadir de forma sencilla a nuestras recetas y podemos convertirlas en el centro de la experiencia gastronómica. El verde será el color predominante y tus platos desprenderán alegría.
- Acelgas y espinacas son dos hortalizas muy conocidas que resisten bien el aumento progresivo de las temperaturas hasta el verano. Ambas admiten gran variedad de preparaciones y podemos ofrecerlas rebozadas, salteadas o en forma de cremas y sopas. Los revueltos con huevo y otros ingredientes suelen ser un perfecto entrante para una comida ligera.
- Guisantes: Este ingrediente se utiliza de muchas formas en la cocina, unas veces para aportar colorido, contrastes de color, en guarniciones de guisos de carnes, ave y pescados, y otras veces como producto principal en menestras, recetas con jamón, e incluso sopas. Si se utilizan frescos su punto óptimo es en cocciones cortas, para que conserven todo su vitamina y sabor, no más allá de seis minutos. Además, es conveniente cortar su cocción rápidamente, escurrirlos y echarlos en agua con hielo y punto de sal, para que fijen su tono verdoso.
- Espárragos: Esta verdura contiene un alto porcentaje de agua y muy pocas calorías, por lo que es ideal para los entrantes o incluso para ofrecerla en pequeñas tapas con la bebida a media tarde. Su versatilidad permite presentarlos crudos (con vinagretas, mayonesas, salsas de queso, salsa holandesa, o con un aliño de aceite, vinagre y sal) o cocidos. Si se elige esta preparación, son una excelente base para una crema. Sin embargo, también admiten otras cocciones menos tradicionales, pudiendo gratinarse al horno, rebozarse o rellenarse.
Si ya estás deseando introducir en tu carta estos ingredientes de temporada, permanece atento, muy pronto te traeremos recetas con todo ellos 😉
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